Lluc Massaguer: “Me interesa transmitir una vertiente ética y social del diseño”

4 marzo, 2021
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La diseñadora Lluc Massaguer se incorporó como profesora de los Estudios de Ciencias de la Información y de la Comunicación de la UOC a finales del año pasado. Desde este semestre acompaña como docente a los estudiantes de varias asignaturas de los grados de Comunicación y de Diseño y Creación Digital, así como a los alumnos de los másteres de Estrategia y Creatividad en Publicidad y de Diseño, Identidad Visual y Construcción de Marca. Una imprenta familiar marcó sus intereses desde pequeña y, a día de hoy, ve el diseño como un mundo maravilloso, en pleno cambio y lleno de oportunidades.

Si echamos un vistazo a tu recorrido profesional, destacan a la par el interés por el diseño y por la educación. ¿Cómo surgen, estos intereses?

Me lo he ido encontrando. Desde pequeña, mi objetivo era ser diseñadora gráfica, como mi tía. Estudié en EINA y, al terminar, me fui a trabajar a la imprenta de mis tíos. Entonces recibí una llamada de EINA: me propusieron llevar el diseño de la universidad y, después, hacerme cargo de la asignatura de Producción Gráfica. ¡Y ahí ya todo se desmadró! Mis padres eran docentes y un poco lo llevaba en el ADN… El interés por la docencia fue creciendo y, al final, creo que esto es lo que ha hecho mi perfil un poco diferente, y lo que me ha llevado a la UOC.

Nos has hablado de tus referentes familiares. No sé si hay algún otro referente que te inspire especialmente en tu carrera profesional…

Quizás no te daría un nombre ni dos, pero sí son personas que tienen dos características. Una, que tienen un perfil poco homogéneo, que beben de muchas disciplinas distintas, que son perfiles híbridos, en los que me veo reflejada. Y, por otro lado, son personas muy resilientes. Abren una vía y, si no les funciona, pues abren otra. No son grandes nombres del diseño, pero sí son hormiguitas. 

Hablando de hormiguitas, estás bastante sumergida en el ámbito de la investigación. En los últimos tiempos has dedicado esfuerzos en investigar cómo ajustar las competencias académicas y profesionales de los estudiantes de diseño gráfico. De hecho, un trabajo en este sentido te valió el premio extraordinario de doctorado en la UAB. Es un tema clave en cualquier profesión y entiendo que también complejo, puesto que el mundo se mueve rápido. 

De la misma manera que me encontré con la docencia de golpe, sin buscarla, me encontré con la investigación de golpe y sin buscarla. Empecé a investigar, sin tener un perfil de investigadora, porque me interesaba mucho generar algo práctico y mi punto de interés fue aquello que se encontraban las y los estudiantes al llegar al ámbito profesional. Por ejemplo, que les pidieran competencias en las que no estuvieran formados. Generé un sistema para poder evaluar esa conexión. Quizás una escuela se dé cuenta de que sus estudiantes son poco flexibles a los cambios, y que hay que trabajar eso. O, al revés, que está generando perfiles académicos que pueden ayudar a hacer crecer mucho a la profesión.

Creo que he encontrado mi sitio, porque el sistema UOC está muy bien organizado y me siento muy cómoda en él.

¿Qué conclusiones sacaste, en la aplicación práctica?

Mientras generaba este sistema, lo estaba aplicando. Era un estudio de caso en EINA. Las conclusiones fueron que los graduados y graduadas estaban muy preparados, pero sí que detectamos algunos pequeños elementos que se podían ajustar. 

El sistema puede ser aplicable a más sectores…

Sí, mi investigación ahora se enfoca en hacer una matriz que se pueda aplicar a otros sectores. Por ejemplo, con un compañero estamos trabajando en aplicarlo a Biblioteconomía. 

En 2020 has aterrizado en la UOC como docente. ¿Nos puedes dar un titular, de cómo está siendo la experiencia?

Seu UOC – Edifici 22@. Rambla del Poblenou

Entré en noviembre y lo que ahora te puedo expresar es la parte más visceral. Que estoy supercontenta. Así lo siento. Creo que he encontrado mi sitio, porque el sistema UOC está muy bien organizado y me siento muy cómoda en él. Está todo pensado, y tanto profesores como estudiantes se pueden beneficiar de ello. Estoy con muchas ganas de meterme en todo lo que me propongan.

No sé si la pandemia ha tenido algo que ver con tu llegada a la UOC, o, en todo caso, si ha tenido algún tipo de impacto en tu trayectoria profesional.

Quizás ha tenido más que ver con un proceso personal. La pandemia me sirvió mucho para hacer una reflexión personal, una introspección, de ver hacia dónde quería ir. Y, de hecho, ya me pilló en un proceso de entrevistas para entrar en la UOC

¿Habías probado antes la docencia online? ¿Quizás por obligación?

En EINA imparto la asignatura de Producción gráfica, donde vemos papeles, tintas, encuadernaciones, y donde yo, presencialmente, voy con una maleta a cada clase, y traigo libros, y todo el mundo toca, huele, etc. Claro, con la pandemia, esto fue imposible. Y tocó reinventarse. Al final, los alumnos tenían un pack de muestras para llevarse a casa y las íbamos trabajando durante el curso. En ese caso, se trató de adaptar lo presencial a lo online. No tiene nada que ver con la visión de docencia que tiene la UOC, donde toda la enseñanza-aprendizaje es asíncrona. Son modelos de formación completamente distintos.

¿Hay algo que te haya sorprendido del sistema de la UOC? Entiendo que habrás tenido que adaptarte.

Sí. He tenido que adaptarme, pero esto me ha ayudado a enriquecer las carencias que podía tener. Quizás, si algo me ha sorprendido, y no sé muy bien por qué, es que estuviera todo tan organizado.

Me interesa transmitir una vertiente ética y social del diseño. Que las personas tengan sensibilidad social, de género, con el medio ambiente… Lo voy incorporando a mis asignaturas y está muy alineado con lo que busca la UOC. 

En cuanto a los alumnos de la UOC, ¿destacarías alguna particularidad en ellos?

Claro, justamente empecé el semestre hace una semana, y aún he tenido poco contacto con ellos. Pero sí que el tipo de estudiantes de la UOC son personas que normalmente también trabajan, quizás ya han hecho un grado y quieren reciclarse o aumentar sus conocimientos. Son personas inquietas que tienen interés y ganas de hacer un esfuerzo para combinar los estudios con la familia, la profesión, etc. Y esto, como yo siempre he estudiado y trabajado a la vez, es algo que me atraía muchísimo. También en el ámbito presencial encontraba perfiles así, pero en la UOC quizás es más fácil encontrarlos. Y, a modo de curiosidad, me escribió un estudiante que fue profesor mío en EINA. Es muy crack y, la verdad, nos echamos unas risas al reencontrarnos con los roles cambiados.

¿Qué es lo que más te interesa que los alumnos se lleven de ti?

Siempre he querido transmitir proximidad. No hay un profesor y un estudiante con su rol de profesor y de estudiante, sino que, al final, todos somos personas, y unos saben más de unas cosas y otros saben más de otras. Y estamos aquí para compartirlo. Desde que doy clases, que empecé en 2006, me he dado cuenta de que todos nos enriquecemos. Además, me interesa transmitir una vertiente ética y social del diseño. Que las personas tengan sensibilidad social, de género, con el medio ambiente… Lo voy incorporando a mis asignaturas y está muy alineado con lo que busca la UOC

De hecho, el diseño está al principio de todo, con lo cual, tiene capacidad de actuar.

Completamente. Desde el diseño conceptualizamos y así pensamos en muchas de las acciones que se ejecutarán, que tienen que ver con materiales, con procesos de producción y con muchísimas cosas. Como estamos al principio del proceso, a veces nos parece que estamos lejos de lo social o ecológico, y no: tenemos mucha responsabilidad. 

¿Qué dirías a alguien que se plantee estudiar diseño gráfico, a día de hoy? 

Le animaría muy fuerte. Le diría que es un mundo maravilloso. Y le diría que tenga los ojos muy abiertos. Que no solamente se enfoque en lo que le expliquen sus profesores o compañeros. Que cuando vaya por la calle, o hable con personas… esté muy abierto a todo. Al final, el diseño nos envuelve, no solo con el packaging, los libros, etc., sino con muchos conceptos que después podemos aplicar. Si pudiésemos viajar, les diría que viajasen, porque ver culturas distintas, ver maneras de formalizar distintas… enriquece mucho. Ver películas, leer libros… de cualquier tema. Es abrirse, y ser como esponjas. Absorber todo. 

Parece un sector con futuro, ¿cómo lo ves?

Creo que, como otros ámbitos, estamos en un momento de cambio, que la pandemia ha acelerado. Un momento de reinvención. Es decir, aquellos profesionales a los que antes llamábamos diseñadores gráficos, que hacían logotipos, webs o papeles de carta, o diseño de carteles… ya no existen como tales. Ya no somos solo diseñadores gráficos, somos comunicadores, storytellers, creadores de contenidos. Somos muchísimas cosas. Tenemos que reinventarnos. Todos los límites profesionales que teníamos antes son mucho más difusos. Ahora no hay un tipógrafo, un diseñador gráfico, un especialista en editorial… sino que cada vez el perfil se está deshomogeneizando más, así que se trata de encontrar cada uno su hueco, y trabajar a partir de él. 

Crearse un perfil propio, en base a los propios intereses…

Un ejemplo inventado: He trabajado en una zapatería muchos años, conozco muy bien la manera de hacer zapatos, y esto me sirve, al estudiar diseño gráfico, para trabajar una encuadernación concreta o saber qué pasa cuando trabajo con piel. De hecho, más que de diseño gráfico, hablaría de diseño

También tienes una vertiente, podríamos decir, divulgadora. Tienes un blog donde haces publicaciones semanales. ¿Qué te mueve y en qué público piensas, cuando preparas los temas? 

Lo que me mueve es que encuentro cosas y personas muy interesantes y pienso que hay que compartirlas. Los posts que hago los pueden leer personas simplemente curiosas u otras que trabajan en esta profesión.  Me interesa divulgar el diseño porque me parece una práctica maravillosa. Al final, lo hago porque me lo paso bien.

En el año 2019, presentaste un libro de fotografías, Tocar de peus a terra (Con los pies en el suelo), con un par de hilos conductores: el suelo y tus pies. 

«Tocar de peus a terra» de Lluc Massaguer.
© Mariana Castel

Como con muchas cosas en mi vida… me encontré con este proyecto. Tengo un perfil de Instagram que se llama @tocardepeusaterra porque un día vi que iba haciendo fotos de mis pies con cosas que encontraba en el suelo. O con suelos bonitos. O impactantes. Cuando ya tenía un poco de colección, el fotógrafo Manel Esclusa, un muy buen amigo, que también fue profesor de EINA, me dijo ‘Oye Lluc, de esto tienes que hacer un libro, y yo te ayudo’. Y me vi haciendo el libro y me lo produje yo. Encontramos un sitio donde presentarlo en Barcelona, y al final es una publicación muy íntima, un proyecto personal al que me empujaron y que tuve ganas de hacer.

¿Se puede comprar?

En Terrassa hay dos tiendas, y si no me pueden escribir. 

Para ir terminando… ¿Qué ilusiones tienes, a día de hoy, a nivel profesional? 

Ahora, mi objetivo principal es avanzar en investigación, y hacerla en la UOC. Además de la docencia y de mi blog.

¿En qué se va a enfocar esta investigación?

Por un lado, voy a seguir estudiando la relación entre el ámbito académico y profesional, y por el otro, estoy colaborando con un grupo de la Universitat de Barcelona en cuestiones de accesibilidad y de diseño. Se trata de un proyecto para evaluar qué ha supuesto para personas con dificultades visuales o auditivas que se cierren las universidades presenciales durante la pandemia. Y qué soluciones proponemos para que todo el mundo pueda seguir con su formación universitaria sin dificultades de accesibilidad.

*Mariana Castel es la autora de la imagen en portada de la entrevista. 

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Autor / Autora
Periodista col·laboradora
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